Paseo desde Puerto de Miño a Ponte do Porco por la Senda dos Sentidos
La incorporación de la Senda de los Sentidos a la infraestructura verde del concello de Miño, nos permite recorrer por la costa los 3 km. que separan el Porto de Miño de Ponte do Porco.
El Porto de Miño es un puerto pequeño, con dos pantalanes de uso mixto (deportivo y pesquero), donde se encuentra la Cofradía de Pescadores de Miño. Esta zona cuenta con un pequeño parque infantil con columpios para los más pequeños.
El paseo marítimo pasa por delante de las instalaciones del Club Naútico de Miño y recorre la playa de A Ribeira. Podemos tonificar músculos y hacer algo de deporte en el Parque Biosaludable del paseo marítimo, con ejercicios cardio-respiratorios y de fuerza. En sus inmediaciones un panel nos detalla los habitantes más comunes de la ría, y las recomendaciones para mantenerla limpia y saludable.
Pasamos la pequeña Alameda de árboles con la caseta de servicio estacional de socorrismo y los baños públicos.
Continuamos el paseo hasta el final, para ascender unos metros por la Rúa Ribeira y, antes de cruzar el túnel de la vía del tren, cogemos un sendero a mano derecha que pasa por delante de la depuradora. Este es el comienzo de la Senda de los Sentidos. Un panel nos informa de su recorrido y sus características.
Esta Senda es corta pero tiene mucho encanto. Pasa serpenteando por la línea de costa entre matorrales, túneles de laurel, castaño y robles. Dispone de varios miradores que llevan el nombre de la vegetación que les rodea.
Los abundantes zarzales acogen a una destacada población de pájaros que, si somos prudentes y nos movemos con sigilo, nos deleitarán con un maravilloso concierto en directo: el mirlo, el petirrojo, la curruca…. entrecruzan sus cantos con una sintonía que resulta un regalo para nuestros sentidos y para nuestro espíritu.
Es el momento para sentarnos relajadamente en esos bancos ubicados de forma estratégica en los miradores. Desde aquí observamos un paisaje cambiante según el estado de las mareas. Con marea baja disfrutamos de las limícolas alimentándose en la zona intermareal, y vemos con frecuencia cormoranes, garzas y garcetas. Para los más pacientes queda reservada la observación del martín pescador, la nutria y otros tímidos habitantes de estos ricos ecosistemas de la Red Natura 2000 y de la Reserva de la Biosfera Marismas Coruñesas e Terras do Mandeo.
La senda enlaza con Ponte do Porco, donde cogemos la pasarela de madera que recorre la playa de la Alameda, punto de desembocadura del río Lambre. En el recorrido de la pasarela contemplamos uno de los eucaliptos más antiguo de Galicia. Un buen ejemplar para practicar el tan beneficioso abrazo a los árboles.
La zona dunar presenta una rica variedad de flora, situándose aquí la manifestación más relevante de este habitat en todo el espacio protegido.
En la zona más húmeda proliferan juncos y espadañas. En el sector más apartada del arenal observamos una franja de bosque de ribera con alisos y sauces.
Ponte do Porco es un sitio especial. Una esquina del ayuntamiento de Miño llena de encanto. Cambiante según la marea, el blanco de zona dunar y las aguas del Lambre con su rica vegetación, reflejan unas bonitas tonalidades que nos evocan paisajes idílicos. El toque marinero de sus embarcaciones de madera, con sus amarres tradicionales, hacen que este puerto natural cautive a sus visitantes.
En el centro de la plaza de Ponte do Porco está ubicado el Monumento de homenaje a los Andrade, con la figura del jabalí como emblema de esta familia. Un panel explicativo nos refresca sus orígenes detallando su historia.
A escasos metros de aquí se encuentra el Pazo privado de los Etcheverría, antigua fábrica de curtidos San Juan de Arena.
En el puente de Ponte do Porco se ubica la leyenda de Roxín Roxal y su amada Tareixa. Estamos en en el último tramo del recorrido del Camino Inglés a Compostela, que abandona el Concello de Miño por la frontera natural con el concello de Paderne, el río Lambre con su puente medieval.
Aquí finaliza la ruta lineal desde el puerto. Si deseamos caminar algo más, se puede prolongar por la carretera CP4804. Esta carretera discurre a orillas del Lambre, y a unos unos 5 km. aproximadamente, nos conduce hasta la minicentral de Güimil, donde comienza la Ruta dos Muíños do Río Medio, afluente del Lambre y frontera natural con el concello de Vilarmaior.